Despido improcedente: consecuencias y procedimiento
¿Cómo se determina la improcedencia de un despido?
Un despido se considera improcedente cuando, tras un proceso judicial, se determina que el empleador no tenía motivos válidos para finalizar la relación laboral. Este tipo de despido conlleva importantes consecuencias tanto para el trabajador como para la empresa.
Para que un despido sea declarado improcedente, el trabajador debe presentar una demanda ante el juzgado de lo social dentro de los 20 días hábiles siguientes a la fecha en que tuvo conocimiento del despido.
En este proceso, se busca determinar si el despido se ajusta a la legalidad y si el empleador ha cumplido con los requisitos establecidos.
El proceso judicial suele comenzar con una fase de conciliación, donde ambas partes intentan llegar a un acuerdo. Si no se alcanza un acuerdo, el juez deberá resolver el caso.
Opciones tras un despido improcedente
Las opciones ante un despido improcedente son:
- Indemnización: el empleador deberá abonar al trabajador una indemnización económica, cuya cuantía dependerá de diversos factores como la antigüedad del trabajador y la causa alegada para el despido.
- Readmisión: en algunos casos, el juez puede ordenar la readmisión del trabajador en su puesto de trabajo. Sin embargo, esta medida no siempre es viable, ya que puede que el puesto haya desaparecido o que la relación laboral se haya deteriorado irremediablemente.
¿Cuándo se produce la reincorporación?
La reincorporación se produce cuando el juez considera que el despido ha sido totalmente injustificado y que el trabajador tiene derecho a recuperar su empleo.
Pero…¿Qué sucede si no es posible la reincorporación?
Si la reincorporación no es posible (por ejemplo, si el puesto de trabajo ya no existe), el trabajador conservará el derecho a percibir la indemnización. En este caso, no estará obligado a devolver la cantidad recibida.
¿Cuándo se puede evitar el juicio?
En muchas ocasiones, es posible llegar a un acuerdo entre el trabajador y el empleador antes de que el caso llegue a juicio. Este acuerdo puede incluir el pago de una indemnización por parte de la empresa a cambio de que el trabajador renuncie a cualquier reclamación adicional.
Diferencias entre un despido improcedente y un despido nulo
Es importante distinguir entre un despido improcedente y un despido nulo. Un despido es nulo cuando se basa en causas discriminatorias o viola derechos fundamentales del trabajador (por ejemplo, el despido de una mujer embarazada). En estos casos, el despido se considera inexistente desde el principio y el trabajador tiene derecho a ser readmitido en su puesto de trabajo y a percibir los salarios dejados de percibir.
El despido improcedente es una situación compleja que genera una serie de consecuencias legales y económicas para ambas partes y requiere de asesoramiento legal especializado.
Si te encuentras en esta situación, es fundamental que te asesores por un abogado laboralista para conocer tus derechos y opciones.